LA CAJA DE LUZ - QNK.ÓPERA


FICHA ARTÍSTICA
Yael, Carla Ortega (soprano)
Gloria, Alicia Sánchez (soprano)
Fátima, Begoña Gómez (mezzosoprano)
Acólito, Eduardo Ladrón de Guevara Ceva (tenor)
Nepomuceno, Carlos Lozano (barítono)

Violín I
Ernesto Rodríguez
Violín II
Pablo Sánchez
Viola
Patricia Alcocer
Violonchelo
Miriam Olmedilla
Clarinete
Jorge Contreras
Piano
Alba Herráiz
Percusión
Ramón Torijano
Escuela QNK.ÓPERA
Ignacio Yepes (dirección musical)

FICHA TÉCNICA
Carlos Lozano, (dirección escénica y escenografía)
Kira Argounova, (iluminación y escenografía)
Rocío Roldán, Figurines y vestuario
Correpetición; Alba Herráiz
Sobretítulos: Helio Machado
Personal técnico de Teatro Auditorio de Cuenca
Producción de Proyecto Agalma en colaboración con Cuenca Ciudad de Música
Temporada QCM
Concierto 1 - QNK.ÓPERA

LA CAJA DE LUZ

Teatro Auditorio de Cuenca 
sábado, 20 de abril de 2024
20:30 h

El proyecto de LA CAJA DE LUZ nació en 2011, tras el estreno de la obra para violonchelo AUNQUE ES DE NOCHE como obra de encargo de la 50 edición de las Semanas de Música Religiosa de Cuenca. La fabulosa interpretación que realizó José Miguel Gómez me enseñó que ya estaba preparado para crear uno de los grandes retos que necesitaba como compositor:  la ópera.

No soy libretista ni escritor, por lo que confié esa tarea a mi gran amigo y compañero de inquietudes Gustavo Villalba. Puse dos condiciones: la primera sería la temática, la cual tenía que tocar aspectos religiosos, pero nunca litúrgicos o dogmáticos. La segunda, el tamaño. Pocos personajes para poder crear una ópera de cámara y con pocos instrumentos. 

Cuando tuve el libreto entre mis manos supe enseguida que me encontraba ante algo grande, profundo, lleno de simbología, que permitía muchas lecturas posibles. La música tenía que estar a la altura.

¿Cómo compuse LA CAJA DE LUZ? Lo primero que tenía que resolver es cómo solventar las partes dialogadas. Considero el recitativo de modelo italiano poco interesante y alejado de la cultura musical española. Algo parecido me sucede con el sepenetrasnang de Arnold Schönberg. Siendo muy acertado para mostrar el expresionismo, lo considero muy alejado de las peculiaridades de la voz humana. 

Enseguida opté por el modelo hablado. Los personajes cantan o hablan; también gritan, pero rara vez se moverán en terrenos intermedios. Eso

supone que siempre ha de existir fuerza melódica, cuestión difícil de mantener. Era un reto grande y maravilloso.

La armonía y la sonoridad se mueve entre la tonalidad y la atonalidad. El público escuchará todo tipo de sonoridades, desde acordes tríadas hasta sucesión de clusters. Todos los elementos compositivos están al servicio de la historia. Soy un compositor que luce con orgullo sus influencias. 

En mí pueden sentir ecos de Monteverdi, Bach, Britten o Webern. Intento hacerlos míos, extraer sus enseñanzas, interiorizarlas y tamizarlas en mi máquina creadora.

LA CAJA DE LUZ se terminó el 9 de agosto de 2013. Espero que disfruten como yo lo hice.

 

(Manuel Millán de las Heras)

 

 

El argumento de la Caja de Luz es un tremendo canto literario a la libertad de pensamiento y a la fraternidad universal. Una crítica rotunda a quienes se aprovechan de su poder para lucrarse con engaños y oprimir al Ser Humano.  

Nepomuceno encarna este arquetipo negativo: de hacer el bien y recibir agradecimientos por ello, evoluciona hacia una corrupción moral que le conducirá a la cumbre de su prepotente egolatría, pero también a su perdición.  

Tres mujeres prisioneras de Nepomuceno representan simbólicamente a los pueblos de las tres grandes religiones monoteístas.  Embaucadas por los engaños de su captor, creen vivir en una realidad que no resulta ser más que una sombra proyectada por la sibilina voluntad de Nepomuceno, en una cruel pantomima del Mito de la Caverna de Platón. 

Yael,  inspirada en la heroína de su mismo nombre que aparece en el Libro de los Jueces, despierta confundida de su oscuro sueño y decide saltar al abismo de lo desconocido en un filosófico y dramático “Sapere Aude”. Le acompañan en este periplo liberador Gloria, inspirada en la Gloria de Galdós; y Fátima, que liberará su rostro evocando la poética de los versos de “El collar de la paloma”. 

Como enlace dubitativo entre el bien y el mal el Acólito se debate entre las llamadas de atención de su conciencia y las promesas de su mentor de hacerle su sucesor. Encarnaría pues a aquellos que contentados por el “Pan y Circo”, concepto creado por el poeta latino Juvenal, miran para otro lado para preservar su propia comodidad. 

La Luz, símbolo de la Divinidad más pura, del conocimiento espiritual y transcendental, no puede usarse ni monopolizarse, ni mucho menos ser encerrada en una caja para que otros hablen en su nombre.  

El espectador ávido de descubrir la simbología más o menos velada en este libreto disfrutará sin duda reconociendo citas del Antiguo Testamento (Lamentaciones, Libro de los Jueces, Job.…) del Libro del Apocalipsis, y alusiones al Teatro y a la Mitología

Clásica (Píramo y Tisbe, Anfitrión, Aquiles, las Nereidas, etc.).  

El Canto final, un emocionante llamamiento a la libertad y a la unión de todos los pueblos, sigue la estructura estrófica de los Salmos Bíblicos del Antiguo Testamento.   

 

(Gustavo Villalba Lorenzo)