Cuando veo que desde nuestra ciudad se aúnan tantos esfuerzos para sacar adelante un proyecto tan ambicioso, no puedo hacer otra cosa que constatar por escrito mi admiración por todas las personas involucradas en ello.

El Ciclo "Cuenca Ciudad de Música" tendrá lugar a lo largo de la temporada 2012-2013 y el pasado sábado se estreno con un precioso concierto del Orfeón Ciudad de Cuenca, la Escolanía Ciudad de Cuenca y la Orquesta Cuenca Ciudad de Música.

Y es que es un lujo ver a estos niños de la Escolanía que no sólo cantan con una técnica depurada, sino que llegan a niveles de dramatización auténticamente profesionales, como bien demostraron en los fragmentos de la ópera Carmen de Bizet. Estamos anta una agrupación que si mantiene su evolución debe salir de las fronteras provinciales y mostrarse a España y el mundo como una de las mejores corales infantiles y juveniles.

El Orfeón Ciudad de Cuenca mostró su sonido bien trabajado y una plasticidad más que notable, que le llevó a logradísimas versiones de los dos coros "patrióticos" verdianos, como son el "va pensiero" y "Patria oppressa". Por su parte la orquesta Cuenca Ciudad de Música, llevó con dignidad su peso, a sabiendas de que es el grupo más reciente y menos trabajado. La labor del director Carlos Checa fue llevada desde con gesto exacto y un amplio conocimiento de los distintos estilos, tanto cuando la orquesta sonó a solo, junto a los coros o con los solistas vocales e instrumentales.

La soprano Itxaso Moriones y el tenor Gonzalo Fernández de Terán cumplieron muy bien sus papeles, la primera con unos poderosos agudos, y el segundo con un timbre suave y muy bien equilibrado. La violinista conquense Ruth Olmedilla demostró nuevamente, en la "Meditación" de la Ópera Thais de Massenet que el timbre que extrae de su instrumento es de los que difícilmente se olvidan.